Matacandil

Matacandil
Matacandil 

El matacandil (sisymbrium irio) es una planta de la familia de las crucíferas y que puede alcanzar una altura de hasta 40 centímetros. Su tallo es bastante ramificado, crece erguido y suele estar cubierto de hojas carentes de vello. 

El matacandil florece en cualquier época del año dependiendo la altitud en la que se encuentre. Sus flores son pequeñas y de color amarillo, sus frutos también son de pequeño tamaño en forma de vaina. 

En medicina la parte que interesa son las hojas que pueden juntarse en cualquier época del año que pueden utilizarse frescas o secas para conservarlas por más tiempo. 

El matacandil es un excelente antiescorbútico y además es muy bueno para curar llagas y heridas e inclusive es excelente ayuda para perder peso. 

Cómo consumirlo

En forma natural se pueden comer las hojas del matacandil como una ensalada condimentada como se prefiera. 

Cocimiento: poner a hervir un litro de agua y agregarle 20 gramos de hojas. Dejarlo durante 15 minutos y colar. Tomar una taza después de cada comida. 

Emplasto: machacar las hojas y colocarlas en un paño de algodón limpio. poner este preparado sobre las heridas y llagas para que el matacandil acelere su curación. 




Lengua de ciervo

Lengua de ciervo

La lengua de ciervo (phyllintis scolopendrium) es un helecho cuyas hojas son de gran tamaño, alcanzando los 25 centímetros de longitud. Esta planta prefiere las zonas sin sol u oscuras y que tengan abundante cantidad de agua y humedad en todo momento. 

Al ser un helecho, la lengua de ciervo carece de flores pero sus esporangios, es decir la parte sexual de la planta, maduran en primavera. Las hojas de la lengua de ciervo, que en realidad se llaman frondes, poseen mucílagos y principios astringentes siendo muy útil para curar heridas o contusiones. 

Cómo consumirla

Infusión. Hervir 300 centímetros cúbicos de agua y retirar del fuego. agregarle 5 gramos de las partes aéreas de la planta y dejarlo durante 10 o 12 minutos. Este té posee un leve efecto hipotensor.

Decocción. A 300 centímetros cúbicos de agua se le agregan 10 gramos de partes aéreas de lengua de ciervo. esto debe llevarse al fuego y dejarlo hervir durante 15 minutos. Retirar del fuego y filtrar. Una vez frío se puede aplicar como compresas sobre heridas o llagas que son difíciles de curar.