La aguileña (aquileria vulgaris) es una planta que se renueva cada año y suele alcanzar el metro de altura. Sus hojas nacen de las cepas y se ramifican en lo alto de la planta.
La podemos encontrar en bosques, barrancos y prados.
Florece durante los meses de primavera y verano.
Sus flores son de color azul, aunque su tonalidad es muy variable, e incluso pueden llegar a ser blancas.Están compuestas de cinco pétalos que tienen forma de espolón, y de cinco sépalos de aspecto semejante a los pétalos.
El fruto se compone de cinco partes que se abren en su zona interior cuando madura.
Lo que interesa de su recolección son las flores, las hojas y las semillas.
Las flores y hojas contienen glucósido nitrílico en pequeñas cantidades, el cual al descomponerse produce ácido cianhídrico. Esta sustancia también se encuentra en las semillas, que además contienen materias grasas.
En la antigüedad se le daba muchos usos medicinales (bajar la fiebre, facilitar los patos y aliviar los ardores de garganta y boca)pero estos son descartados actualmente, ya que esta planta es utilizada mas que nada como adorno.
Al ser una planta tóxica no está recomendado su uso en forma casera.