La fruta del guanábano (annona muricata) puede llegar a pesar hasta dos kilogramos, contiene una pulpa blanquecina de grato sabor, similar al de la chirimoya, pero un poco más acido. El árbol puede alcanzar hasta los 8 metros de altura.
Las partes que interesan con fines medicinales son los frutos, las hojas y las flores.
La pulpa de los frutos del guanabano contene glúcidos de fácil metabolización, una pequeña proporcion de proteinas y de lípidos, así como vitaminas B y C en pequeñas cantidades y sales minerales, especialmente fósforo y potasio.
Poseen propiedades astringentes, colagogas, digestivas y también vermífugas. Se recomienda a los hipertensos, obesos, cardíacos y diabéticos.
Las hojas se utilizan en infusión como antidiarreicas y como digestivas. Aplicadas en cataplasmas son antiinflamatoris.
Las flores son febrífugas, por lo que se usan en tisana en caso de gripe.
Como utilizarla: el fruto se toma fresco, o en jugo, endulzado con miel. En infusión de hojas preparada con 2 o 3 hojas por cada taza de agua; se toman 3 o 4 tazas por día. Externamente se usan cataplasmas con las hojas trituradas, sobre la regíón parotídea.