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Oliva

Por estar compuesto sobre todo de ácidos grasos monoinsaturados, se suele recomendar su consumo. Se utiliza en la cocina mediterránea, de la que constituye un ingrediente insustituible. En Europa y América se emplea tanto para guisar como para condimentar numerosas preparaciones. Los aceites de toscaza, afrutados y ligeros, tienen una excelente fama. A la hora de compara un aceite de primera prensada, verifique la fecha de caducidad en la etiqueta, pues se trata de un aceite mas delicado que los refinados. El aceite de oliva contiene antioxidantes y vitamina E. su consumo es bueno para la piel y el sistema cardiovascular. Aplicaciones: Disminuye el colesterol malo: el aceite de oliva virgen es el mejor proveedor de ácidos grasos esenciales que disminuyen el colesterol LDL o malo y aumentan el HDL (o bueno). De allí que su consumo sea recomendable para las personas con problemas cardíacos, hipertensos o quienes padecen obesidad. El aceite no contiene proteínas ni glúcidos, pero si materia grasa y vitaminas (A, D y E) y es proveedor de energía. Todos los aceites aportan igual valor energético: 122 calorías cada 15 ml.

El aceite de oliva y el maní promueven corazones sanos

Las propuestas más nuevas sobre las grasas dietarias, incluyen el concepto que los ácidos grasos monoinsaturados ayudan a disminuir el colesterol total y el LDL, con el beneficio agregado que al reemplazar el consumo de grasas saturadas por el de grasas monoinsaturadas, se mantienen niveles adecuados de colesterol HDL, el que trabaja a favor del corazón. Un estudio reciente plantea que las dietas elevadas en ácidos grasos monoinsaturados del aceite de oliva, los maníes y el aceite de maní también reducen las concentraciones de triglicéridos circulantes en sangre. Por sus propiedades antioxidantes, antitrombóticas y antihipertensivas, los ácidos grasos monoinsaturados también pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En los estudios efectuados, el aceite de oliva era el que producía los mayores beneficios, disminuyendo el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 18% en tanto que los productos derivados del maní bajaban este riesgo en un 15%. Otros aceites con contenidos similares de ácidos grasos monoinsaturados, son los de soja y algodón