Esta legumbre de procedencia oriental, pero completamente adaptada a nuestra dieta, aporta gran cantidad de proteínas. Muchos estudios han demostrado que la ingestión diaria de la proteína de la soja en polvo reduce el colesterol hasta en un 34%.
Aplicaciones:
Como consumirla: el abanico de posibilidades de consumir soja es enorme: habas tiernas, tofu (queso de soja), tempeh (un fermento muy vitamínico), jugo, harina, lecitina, miso (pasta fermentada), tamari (condimento), etc.
Fuente de estrógenos: la soja es muy rica en isoflavonas, una de las clases de fitoestrógenos que aporta la naturaleza. Son estrógenos con las mismas cualidades que los estrógenos humanos, aunque su origen es vegetal. En la lista de los alimentos que los contienen figuran los granos enteros, los cereales, las lentejas, la alfalfa, las coles y, en especial, la soja y sus derivados. Los fitoestrógenos tienen la capacidad de reducir la acumulación de toxinas, modular y mejorar los procesos de detoxificacion, ejercer acciones antioxidantes, y facilitar el tránsito intestinal.