La alcachofa o alcaucil (cynara scolymus) es una planta herbácea muy próxima al cardo común.
Las hojas de esta planta tienen color verde claro y están cubiertas en la cara inferior de unas hebrillas blancas muy finas, las cuales forman como una telaraña que emblanquece aún más el color de las hojas.
El tallo es rollizo, con pocas hojas, y en lo alto aparecen unas cabezuelas muy grandes que son las alcachofas, recubiertas de numerosas brácteas coriáceas.
Florece en verano.De la recolección con fines con fines medicinales interesa la hoja; esta tiene un sabor amargo característico, muy fuerte y persistente.
Es mejor recoger las hojas del primer año, ya que son mucho más ricas en principios activos.En la composición de la alcachofera encontramos ácidos fenólicos como el cafeico, clorogénico y la cinarina, que es una mezcla de dos ácidos.
También hay flavonoides y algunos ácidos.
La cinarina tiene propiedades coleréticas y colagogas, hepatoprotectoras e hipocolesterolemiantes.
Las alcachofas, constituyen un alimento excelente, sobre todo para los diabéticos.
Además, la alcachofa es hipoglucemiante, es decir, que disminuye la cantidad de azúcar en sangre.
Un último descubrimiento en relación con la hoja de la alcachofera se refiere a las propiedades que ésta tiene en los estados arterioescleróticos, así como en sus fases preliminares.
Esto se debe a su acción sobre el metabolismo de la aurea y del colesterol.
También se dice que las brácteas carnosas de las cabezuelas, comidas crudas, tienen una acción inhibidora sobre la secreción ácida del estómago; pero esto está todavía por estudiar.
En general está especialmente indicada en: anorexia, dispepsias, hepatitis y demás problemas hepáticos; colelitiasis, oliguria y estreñimiento.
Está contraindicada durante la lactancia, ya que los principios amargos que entran a formar parte de su composición pueden pasar a la leche.
Como consumirla
Jugo de las hojas. Este es el remedio casero más recomendado. Se extrae el jugo de las hojas frescas de la alcachofera y se mezcla con agua azucarada o vino, para enmascarar el sabor amargo. Con este jugo se descongestiona el hígado y se disminuye el azúcar de la orina de los diabéticos.
Infusión. Se toman 10 gr. de hojas frescas y se añaden a un litro de agua hirviendo; de esta infusión se puede tomar una taza antes de las principales comidas.Si la infusión se va a utilizar como hepatoprotector, se puede doblar la cantidad de hojas frescas. El sabor amargo se puede enmascarar con menta.
Extracto fluido. De 30 a 45 gotas, dos o tres veces al día.
Las hojas de esta planta tienen color verde claro y están cubiertas en la cara inferior de unas hebrillas blancas muy finas, las cuales forman como una telaraña que emblanquece aún más el color de las hojas.
El tallo es rollizo, con pocas hojas, y en lo alto aparecen unas cabezuelas muy grandes que son las alcachofas, recubiertas de numerosas brácteas coriáceas.
Florece en verano.De la recolección con fines con fines medicinales interesa la hoja; esta tiene un sabor amargo característico, muy fuerte y persistente.
Es mejor recoger las hojas del primer año, ya que son mucho más ricas en principios activos.En la composición de la alcachofera encontramos ácidos fenólicos como el cafeico, clorogénico y la cinarina, que es una mezcla de dos ácidos.
También hay flavonoides y algunos ácidos.
La cinarina tiene propiedades coleréticas y colagogas, hepatoprotectoras e hipocolesterolemiantes.
Las alcachofas, constituyen un alimento excelente, sobre todo para los diabéticos.
Además, la alcachofa es hipoglucemiante, es decir, que disminuye la cantidad de azúcar en sangre.
Un último descubrimiento en relación con la hoja de la alcachofera se refiere a las propiedades que ésta tiene en los estados arterioescleróticos, así como en sus fases preliminares.
Esto se debe a su acción sobre el metabolismo de la aurea y del colesterol.
También se dice que las brácteas carnosas de las cabezuelas, comidas crudas, tienen una acción inhibidora sobre la secreción ácida del estómago; pero esto está todavía por estudiar.
En general está especialmente indicada en: anorexia, dispepsias, hepatitis y demás problemas hepáticos; colelitiasis, oliguria y estreñimiento.
Está contraindicada durante la lactancia, ya que los principios amargos que entran a formar parte de su composición pueden pasar a la leche.
Como consumirla
Jugo de las hojas. Este es el remedio casero más recomendado. Se extrae el jugo de las hojas frescas de la alcachofera y se mezcla con agua azucarada o vino, para enmascarar el sabor amargo. Con este jugo se descongestiona el hígado y se disminuye el azúcar de la orina de los diabéticos.
Infusión. Se toman 10 gr. de hojas frescas y se añaden a un litro de agua hirviendo; de esta infusión se puede tomar una taza antes de las principales comidas.Si la infusión se va a utilizar como hepatoprotector, se puede doblar la cantidad de hojas frescas. El sabor amargo se puede enmascarar con menta.
Extracto fluido. De 30 a 45 gotas, dos o tres veces al día.