El castaño de Indias (aesculus hippocastanum)pertenece a la familia de las hipocastanáceas, que comprende no más de 20 especies y que son propias de países templados y cálidos de Asia y América.Es un árbol de gran porte, fácil de reconocer por sus grandes hojas enfrentadas.
El fruto del castaño de indias madura a finales de verano o en otoño.
En la corteza de las ramas jóvenes se encuentran unas sustancias llamadas esculina y esculetina, de sabor amargo.
También contiene taninos, saponinas y diversos elementos como calcio, potasio y fósforo.
La esculina y esculetina confieren a la planta propiedades venotómicas, que aumentan la resistencia capilar.
Además posee propiedades antiinflamatorias y controla la permeabilidad de los vasos, ejerciendo por ello una importante acción antiedematosa.
Asimismo posee una excelente acción vasoconstrictora, utilizada contra las hemorroides dolorosas ya que no solo calma el dolor sino que reduce progresivamente su volumen.
También resulta muy útil al reducir el diámetro de las venas en las varices y flebitis.
La medicina popular ha empleado las castañas en la curación de diarreas persistentes, en la disentería, e incluso antiguamente también contra la malaria.
En aplicaciones externas se ha utilizado para lavar heridas y sabañones.
Pero no es una planta completamente atóxica.
Alguno de sus compuestos puede resultar tóxico si se emplea de manera incorrecta.
Las semillas pueden confundirse con las del castaño, pudiendo ocasionar, tras su ingestión, cuadros de gastroenteritis, midriasis y somnolencia, por lo que se aconseja su empleo bajo control facultativo.
Como consumirlo
Decocción. Se usan entre 30-40 g. de corteza por litro de agua, pudiéndose tomar hasta medio litro al día, repartido en 2 ó 3 tomas.
Tintura. Preparada a partir de castañas frescas, se toma 3 veces al día.
Extracto fluido estabilizado. De 10 a 35 gotas, tres veces al día.
Lavados. A partir de una decocción de la corteza al 5%, se pueden realizar lavados locales.
Pomadas. Con un 20% de extracto, de aplicación local sobre las hemorroides.
Supositorios. Con 20-30 mg de extracto seco.
En la corteza de las ramas jóvenes se encuentran unas sustancias llamadas esculina y esculetina, de sabor amargo.
También contiene taninos, saponinas y diversos elementos como calcio, potasio y fósforo.
La esculina y esculetina confieren a la planta propiedades venotómicas, que aumentan la resistencia capilar.
Además posee propiedades antiinflamatorias y controla la permeabilidad de los vasos, ejerciendo por ello una importante acción antiedematosa.
Asimismo posee una excelente acción vasoconstrictora, utilizada contra las hemorroides dolorosas ya que no solo calma el dolor sino que reduce progresivamente su volumen.
También resulta muy útil al reducir el diámetro de las venas en las varices y flebitis.
La medicina popular ha empleado las castañas en la curación de diarreas persistentes, en la disentería, e incluso antiguamente también contra la malaria.
En aplicaciones externas se ha utilizado para lavar heridas y sabañones.
Pero no es una planta completamente atóxica.
Alguno de sus compuestos puede resultar tóxico si se emplea de manera incorrecta.
Las semillas pueden confundirse con las del castaño, pudiendo ocasionar, tras su ingestión, cuadros de gastroenteritis, midriasis y somnolencia, por lo que se aconseja su empleo bajo control facultativo.
Como consumirlo
Decocción. Se usan entre 30-40 g. de corteza por litro de agua, pudiéndose tomar hasta medio litro al día, repartido en 2 ó 3 tomas.
Tintura. Preparada a partir de castañas frescas, se toma 3 veces al día.
Extracto fluido estabilizado. De 10 a 35 gotas, tres veces al día.
Lavados. A partir de una decocción de la corteza al 5%, se pueden realizar lavados locales.
Pomadas. Con un 20% de extracto, de aplicación local sobre las hemorroides.
Supositorios. Con 20-30 mg de extracto seco.