Espatifilo o cuna de Moisés, una gran planta de interior para purificar los ambientes


El espatifilo o cuna de Moisés es una planta de interior muy fácil de mantener ya que requiere de muy pocos cuidados.  Produce unas flores de color muy bonito. Son plantas ideales para personas que no tienen mucha experiencia en el cuidado de jardines y también para quienes viven en departamento.

A continuación, te contaremos un poco más sobre los cuidados del espatifilo o cuna de Moisés y cuáles son las enfermedades que la planta puede contraer para que puedas combatirlas.



La cuna de Moisés ayuda a oxigenar el ambiente donde se encuentra ubicada y además elimina las toxinas del aire y los elementos contaminantes que muchas veces son tan perjudiciales para la salud.

Características del espatifilo  o cuna de Moisés


El espatifilo está compuesto de hojas de tamaño mediano que presentan un hermoso verde brillante. Las flores de color blanco en forma de espata surgen del peciolo que se encuentra en cada hoja. La planta se mantiene florecida durante todo el año y resulta ser muy decorativa debido al contraste del color que se produce entre las flores y las hojas.

Cuidados de la cuna de Moisés


Esta planta es ideal para colocar en el interior de la casa en lugares con poca luz aunque, si deseas que florezca, es importante colocarla en una habitación luminosa pero NO AL SOL DIRECTO. Es necesario que tengas en cuenta que las corrientes de aire y los cambios de temperatura bruscos pueden hacer que desmejore su aspecto notablemente. Cabe destacar que también puede colocarse en el exterior pero en lugares sin luz solar directa como, por ejemplo, bajo las ramas de los árboles o en balcones a la sombra. Cabe destacar que el espatifilo no resiste las heladas, por eso se aconseja colocarlo en el interior de la casa.

Cómo regarla y abonarla


La cuna de Moisés necesita ser regada de acuerdo al clima donde se encuentre. En verano o en los climas cálidos, es importante hacerlo dos veces a la semana. En el invierno es mejor hacerlo cada 7 o 10 días. Para comprobar si la planta necesita agua, solo tienes que introducir una vara en la tierra. Otro tip importante a tener en cuenta es evitar que el agua se encharque para que las raíces no se pudran.

Para que la planta crezca con normalidad, es aconsejable cambiarla de macetero durante la primavera cada tres años. Hay que tener en cuenta que la nueva maceta debe ser unos centímetros más grande que la anterior.

Plagas y enfermedades


El espatifilio puede padecer de tres tipos de plagas. Los ácaros como la araña roja que se combaten con acaricidas; los pulgones que suelen ser de color amarillo, verde o negro y se pueden combatir con insecticidas naturales como el aceite de neem y, por último, pueden ser atacados por la mosca blanca la cual se combate con los mismos insecticidas.

Otro problema que presenta son las manchas en las hojas. Esto puede deberse al exceso de riego que también provoca que la planta tarde más en crecer.

Si no florece, puede deberse a varios factores como el tamaño de la maceta (muy pequeño), falta de iluminación o pocos nutrientes en la tierra por lo que conviene que sea abonada durante la primavera y el verano.

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