La drósera (drosera rotundifolia) es una planta vivaz que tiene unas pequeñas hojas que están cubiertas por unos pelillos rojizos que poseen una sustancia pegajosa capaz de adherir cualquier partícula que se mueva por sus alrededores. Como es una planta que no posee efectos secundarios, puede emplearse libremente.
Se utiliza en caso de tos ferina, tos espasmódica, bronquitis y faringitis ya que presenta una acción antiespasmódica.
Es empleada, también, como antibacteriano ya que es muy efectiva contra estafilococos y estreptococos. Si se administra durante largos períodos es muy buena contra la arteriosclerosis.
Si se aplica la planta fresca sobre la piel sana, desencadena una acción rubefaciente.
Por su contenido de ácido tánico se puede emplear para evitar la formación de escaras en las personas que se ven obligadas a pasar mucho tiempo postradas.
Como consumirla: para realizar una infusión a 15 gramos de la planta entera se le añade un litro de agua ya hervida que aun esté caliente, se deja durante 10 minutos. Se puede tomar el líquido resultante, tres o cuatro tazas al día. El extracto fluido se consume a razón de 20 gotas en medio vaso de agua, dos veces por día. Se puede tomar dos veces por día, un gramo de polvo, que se obtiene pulverizando la planta.
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