El arroz baja la hipertensión y previene la diabetes

El arroz es un cereal que se encuentra en el primer nivel de la llamada “Pirámide Alimenticia”, el grupo que debe aportar la mayor parte de la energía necesaria para el organismo en forma de hidratos de carbono. El arroz, además de ser una de las principales fuentes de energía alimenticia, constituye una medicina natural muy utilizada. *Diabetes: el arroz ayuda a eliminar agua y, al mismo tiempo, libera la glucosa de una manera moderada y constante, lo que permite estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, siendo muy útil para aquellas personas que sufren de diabetes. *Colesterol: la presencia de gamna-oryzanol en el arroz integral, hace que la ingestión de este cereal pueda resultar de gran ayuda para reducir los niveles de colesterol LDL en la sangre, aumentar el colesterol HDL, y disminuir los triglicéridos. *Enfermedades de los riñones: la riqueza en potasio del arroz integral, resulta muy adecuada para eliminar agua. El potasio contrarresta el sodio y contribuye a la eliminación de líquidos sobrantes del organismo. Esto puede ser interesante en aquellos casos donde es necesaria una eliminación de líquidos para que los riñones no tengan que trabajar tanto. *Piedras en los riñones: la ingestión diaria de un par de cucharadas diarias de salvado de arroz ayuda a eliminar y prevenir la formación de cálculos renales. *Obesidad: una dieta rica en arroz integral puede ser perfectamente recomendable para aquellas personas que poseen un exceso de peso y quieren hacer una dieta de adelgazamiento. *Hipertensión: Dada su importante aporte en potasio, y su baja cantidad en sodio, que facilitan al organismo la eliminación de líquidos, el consumo de arroz ayuda a disminuir notoriamente la presión arterial. *Edemas: Resulta un interesante alimento para la eliminación de edemas, que son aquellas acumulaciones serosas que aparecen en los tobillos, en el cuello y las extremidades. *Diarrea: si bien el arroz posee una importante cantidad de fibra que facilita el tránsito intestinal, el “agua de arroz” puede lograr un efecto totalmente contrario.